Asesinatos perfectos



Escrito por: jesusantog el 03 Ene 2010 - URL Permanente

Publicado en esa época en El País.es

Para poder continuar con lo que el autor venía escribiendo, decía que muchas veces creemos que algún suicidio, alguna circunstancia ajena a las que el normal de los mortales sabe, permite concebir como que alguien hubiera muerto por el aciago de ellas, y que todos creamos que fue así. Es más, de eso tenemos muchas acaecidas. Nos cuentan de historias de Papas que seguramente fueron víctimas de envenenamientos, nos describen la muerte de Cristo en donde Pilatos se lavó las manos, y para no ir más lejos nos cuentan sus justificaciones en medio de las guerra en la que el vencedor siempre es el que tiene la razón, y allí ya no importa que una muerte o muchas sean tenidas en cuenta para que los Estados modernos nos puedan decir, si realmente lo fueron. Es allí adonde recordamos a las leyes mosaicas, a las polis griegas en sus embriones que con el tiempo fueron las que dieron con los Romanos al derecho de la propiedad privada, y que con los años, en la época de la revolución Francesa, de Montesquieú con la división de los poderes y con todas esas teorías sobre la prueba y la carga de las penas, y tantos otros conceptos que hemos desarrollado a través de la historia, nos permiten suponer que el delito paga. Y cuando no los crímenes de Estado, o el de los particulares, siempre serán sancionados por éste. Pero siempre nos quedan nuestras dudas. La muerte de Gaitán en nuestro país, La de tantos otros en la que el Estado no ha podido esclarecer, o la de aquellos que suponemos fueron fortuitos por las circunstancias, cuando en realidad pudieron ser producidos por otros, los seguimos llamando así. Aunque supongamos que en la vida real no existen. Recién llegado de Venezuela, hace casi veinte años, después de haber pensado que me perseguían medio de un país, cuando en realidad era una especie de complot de familia que tenía la extraña manera de hacer creer que uno era un fugitivo político, religioso, etc., nuestro país había cambiado más de lo que uno pudiera imaginar; comencé a elucubrar sobre este tema, ya que parecía que una persona que aparentemente con nadie se había metido, no había ofendido a ninguno, ni había robado ni matado, ni siquiera dentro de su mente podría pensar en meterle una zancadilla a otro, mal podría tener enemigos que no había buscado, sino que por ese arte de nuestros imaginarios colectivos, además de hacerle creer a uno que se era un perseguido o un proscrito de la ley sin haber cometido ninguna falta, y después que fui sometido a una extraña villanía de persecución en la que el 24 de diciembre del año pasado, y otras más que el autor prefiere no contar, el autor termina entendiendo que existen, que la ley no tiene respuesta por la crisis de valores que vivimos en nuestra sociedad, y que de alguna manera perduraran hasta que esa división de clases de las que nos han hablado pensadores, esa extraña ambición por el poder y el dinero, perdurarán por muchos años más. El autor ha creído, que con ésto quiere acabar con esta zaga, para poder hablar con libertad, sobre otros temas que considera más importantes, en vez de echarle más leña al fuego. De asesinatos perfectos tal vez podríamos hablar en los cuentos que estoy escribiendo, para que sean más imaginarios, y no tan reales como pudieran ser.

Compre nuestros libros dando clic en cada uno. Prioritario: Historia Básica del Tolima


.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Asesinatos perfectos

Asesinatos perfectos

Convidando a papá (5a parte)