Maquiavelo y la polìtica 5


Escrito por: jesusantog el 13 Mar 2010 URL Permanente en El País.com

Publicado en esa época en El País.es

El fin justifica los medios. Con este argumento ya podemos decir que no solo los políticos utilizan esta enseñanza, sino que en el buen sentido de la palabra todos caemos en esas tentaciones. En estos países latinos donde existe el fanatismo religioso y social, siempre estamos dispuestos a zaherir  mediante las habladurías, las consejas, el desbordamiento y la utilización por parte de algunos que lo pueden hacer para conseguir sus propósitos utilizando la presión y la intimidación, ya sea sicológica o económica, en la que siempre los más desvalidos que mediante la presión de esas fuerzas oscuras que como aves de mal agüero proliferan. Ya ahora los adelantos tecnológicos permiten que Ud. pueda escuchar una conversación al otro lado de la pared con tan solo comprarse un pequeños radio-escucha que se consiguen en el mercado fácilmente, o por el simple engaño en la que vecinos con fines muy diversos en la que el Estado, o particulares logran que una persona vocifere, se desdibuje sicológicamente, y en medio de esos fanatismos, se termine mal. Ahora uno en las emisoras puede escuchar las grabaciones de lo que habló o dijo un fulano de tal, a quien se le puede considerar un enemigo social, pero que mediante ellas se puede llevar a otro a la cárcel o a la muerte. ¿Qué haría si Ud. habla de un vecino, porque éste el día anterior lo esperó en la entrada de su vivienda para provocarlo; y al otro día cuando le cuenta a sus familiares lo sucedido, al salir, éste se encuentra con una escoba, haciendo el papel de estar barriendo?. ¿O qué tal que éste se instale en su vivienda adonde tiene que pasar obligatoriamente todos los días, mientras él está ahí amenazante? ¿O que le toque hacer alguna diligencia en la oficina de algún abogado amigo, y cuando ya está llegando, éste lo esté esperando? O para reforzar el cuento, se entra a una cafetería, alguna miscelánea del sector, o que llegue a comprar lo de la comida, éstos ya estén murmurando como si les debiera algo, y de pronto sin darse Ud. cuenta, durante años lo estén haciendo. Se puede resultar siendo el más degenerado y vulgar personaje en la que mediante epítetos lo provocan, algunos que que ya ha conocido y que ha dejado de ver durante años de años, le aparecen como enemigos suyos, y en medio de ese vulgar trabajo de desprestigio, Ud. no ha sido mas que un vividor y embaucador, y cualquiera le atribuye lo peor del ser humano, en la que niños, jóvenes de barrio, los rebuscadores de la calle, personajes que están ya caídos en el vicio o simplemente por su situación económica se parecen a los méndigos, como la de los nos describe Buñuel en "Los olvidados", le salen a amedrentar, y personas que parecen de bien ahora las ve con su disfraces de inquisidores como las del medioevo, o las que han vivido los Europeos en las guerras mundiales, adonde simplemente una persona desconocida, puede ser un supuesto enemigo; hasta que la paranoia lo va llevando en lo sicológico a esos senderos de la esquizofrenia. Los más probos y mejores ciudadanos resultan ser los instigadores. Cualquiera tiene la patente de corso para amedrentarlo, y si se descuida puede morirse del susto, o de la felonía de alguno de estos personajes; aunque claro, es más probable que una gran mayoría de los que participan en esta especie de complot ciudadano, lo hagan en son de burla. O porque en ese medio de las murmuraciones, ya saben que Ud. está paranoico. Entonces Ud. ya habla duro, o contesta mal. Así como miran las personas idiotizadas que Ud. ha visto por las calles, drogadas, y que inspiran miedo. Así el trabajo sicológico es más racionalizado en la que fácilmente cualquiera lo puede provocar, y seguramente en esa provocación Ud. termina perdiendo. Es más probable que la mayoría de los inquilinos de las calles estén allí por esta situación que el supuesto vicio que se les atribuye. Han sido llevados allí. En ese estado mental, se pierde la razón, y es fácil presa de personajes oscuros que andan en la calle por cuenta de otros, o simplemente como me sucedió a mí en la casa que yo he dado en llamar "Embrujada", por familiares y vecinos que tenían sus oscuros intereses. Y claro que en el terreno de la política, las personas desequilibradas fácilmente son utilizadas por personajes siniestros, para conseguir sus propósitos en lo social y en lo económico.Este pudo ser el caso de Roa Sierra. Seguramente el fanatismo del mundo en que estaba inmerso, y su posible desequilibrio sicológico, fue utilizado por otros para sus mendaces fines que terminaron con una vida de Gaitán, y provocaron todo ese mundo convulsionado que todavía vivimos en nuestro país, a pesar de nuestro actual desarrollo económico y social.

¿Y ahora que tal qué Ud. escuche voces en lo real dentro de su cerebro? Y que para reforzarlo hay que descrestar como en la situación que acabo de contar en donde un vecino le sale en el momento que Ud sale. Qué llega en el momento que Ud. llega. Y que la única manera de hacerse ésto, es mediante la argucia de esos personajes de calle que resultan siendo bien organizados bajo esta consigna de persecución sicológica. Complot, que parecen ser muy común en nuestro medio.

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