Hitler


Escrito por: jesusantog el 16 Jul 2011 - URL Permanente en El País.com

Escrito publicado en esa época en El País.es

Tal vez porque en la última guerra mundial Hitler y todo su séquito de comparsas casi se toman el planeta con sus ideas sobre la supremacía de su raza, basados en la creencia de los escritos sobre "Los Protocolos de los Sabios de Sion y en donde se supone que los judíos tienen como conspiración tomarse al mundo, asociados con los bolcheviques que terminaron con destruir al Zar e instaurar la dictadura del proletariado, y en la que también la "Masonería" tenía su participación, la personalidad de Hitler resulta tan avasalladora en el imaginario colectivo de la raza Germánica, que termina por constituirse en el abanderado de toda una ideología que pretendía subsanar su derrota de la primera guerra mundial, y que mediante el tratado de "Versalles" los Alemanes tenían que pagar sus daños. La hambruna provocada por la crisis del capitalismo en la decada del 20 y el desastre provocado por la guerra, presagiarían entre esos vientos huracanados unos caudillos que fueron surgiendo de las ruinas de esa perdida, la voluntad de sobreponerse ante esa adversidad, y en su entorno el cabo que vagó por la Viena de su tiempo, el pintor frustrado que quiere aglutinar bajo su cauda a todos aquellos guerreros que participaron en la primera contienda mundial, y que bajo los principios de la ideología Nazi en la que la superioridad de una raza estaba llamada a adueñarse del mundo, y  convencidos que solo bajo esos estandartes que Hitler escribe "En Mi Lucha" cuando está prisionero, podrían satisfacer sus necesidades primordiales y los sueños de su desvastadora colonización racial en el que el desarrollo de la producción armamentista para sostenerse mediante la fuerza contra los Estados que en su momento querían obligarlos a pagar todos los desastres económicos de la anterior guerra. Su manera de ser, su conciencia de que era el abanderado para realizar el sueño de la identidad alemana, las ideas que dentro de la población se habían formado sobre su propia idiosincracia, y la creencia en que el caudillo podía solucionar la hambruna en que vivían, y al no contar con su espacio vital para poder solucionar su situación económica, permitieron que todos sus aúlicos participaran en esa máquina desvastadora en la que se convirtió el país que en apariencia logró un auge ecónomico al convertirlos en los destinatarios de su credo, convencidos que con los progromos sobre los judíos y las razas minoritarias, en la que la publicidad giró en torno a su persona hábilmente moldeada como modelo que influyera en las conciencias de sus fieles seguidores, adonde sus lugartenientes como Himmler, Goering, y tantos otros que nos recuerdan los historiadores, fueron los que se movieron dentro de ese maremágnum de poder mediante la sangre de los pueblos conquistados y oprimidos, y hábilmente manipuladosos por Goebels que mediante su estrategia publicitaria y la desbordada demagogia de un Hitler que estaba convencido en su momento, que su régimen social nacionalista no solo era la panácea económica para satisfacer las necesidades económicas de su pueblo, sino que mediante la publicidad bien utilizada, estaban convencidos del triunfo arrollador del furher.
 "Una mentira mil veces repetida, puede convertirse en realidad", la diría y aplicaría Goebles, adocenando el triunfo del socialnacionalismo, incluso después de los mismos intentos de sus partidarios para eliminar a Hitler.
Un caudillo que moriría también a su manera con Eva Brawn, cuando ya sabían que todo lo tenían perdido, pero que ya en en el mundo de la fantasía y de los sueños renovadores, Charles Chaplín ya lo estaba presagiando en el cine con su película de "El Gran Dictador", que no era más que el remedo del fracaso de su poder. Aunque todavía no habíamos nacido, pero que esas ideas malsanas todavía subsisten y siguen ocasionando desastres. Muy a pesar que mucha agua ha corrido en nuestro mundo tan mediatizado, en la que los dictadores y caudillos acicalan sus maneras de ser mediante las ideas de renovaciones y de cambios. Así los pueblos terminan por seguir creyendo en esos redentores de la humanidad.
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