"In memorian"

Escrito por: jesusantog el 10 Jul 2011 - URL Permanente en El País.comPublicado en esa época en El País.es

Quién podría creer que Facundo Cabral moriría así. En un país adonde los imaginarios de la guerra y de la droga confluyen en una nación que se ha vuelto importante en el mercado ilícito debido a que los países desarrollados por su capacidad de consumo, lo tienen en esa larga cadena que se inicia desde los países de producción hasta su llegada a los Estados Unidos. Así como nos lo cuenta la película de "Amadeus" sobre la vida de Mozart, en la que un Salglieri a su manera y en su tiempo, lo enloquece para llevarlo hasta la tumba; Facundo nos habla sobre su muerte de manera sórdida, ya que supone que en uno de los países latinos adonde sus seguidores somos por miles, pudiera suceder en algún momento. Aunque claro está, ni sus enfermedades que casi lo llevan a la tumba ni el odio de sus enemigos por su canto a la libertad en la que los dictadores de turno tiemblan ante su canción ni, siquiera lo intentan porque saben que además de ser un ídolo, ya su cuestionamiento sobre su música y las desigualdades en América latina, ya no presagian los temores que en otra época podrían ocasionar.

Y llega precisamente a Guatemala a departir con sus seguidores las viejas canciones que él nos regaló, para cantarle a la libertad y a sus amores. Aquellos sueños juveniles que ya no hacen mella en los gobiernos, pero que en esta sociedad adonde el vil mercado en la que como la canción de "La vida no vale nada" de José Alfredo Jiménez, deciden unos sicarios en un asalto acabar con su vida aparentando supuestamente la presencia de un empresario nicaraguense que pretendía que fuera a cantar a su patria.

Una paradoja en la que los imaginarios de las guerras por cuenta de unos militares contra la subversión que se suponen se están extinguiendo en una democracia que comienza a florecer, resulta que termina en esa larga cadena del comercio ilegal encarcelada por los viejos principios de los viejos caudillos que aunque ya no existen, permiten suponer que aquellos que cohonestaron con los diferentes golpes de estado en los cuarteles en su lucha contra sus vecinos mexicanos, y que solo la invasión de Bahía Cochinos permitió que en esas asperezas entre hermanos de culturas y de sangre indígena, transaran sus animadversiones territoriales para que los gringos colocaran allí sus bases militares. Y aunque todos creíamos que esas historias de guerras entre liberales y conservadores ya habían dejado de existir, asi como también esas otras de "Las Manos Negras" que nos contaron los periódicos en todos los países latinos en años anteriores, encuentran un nuevo cauce, segando la vida de un cantautor a los que todos preveíamos que iba a morir tranquilamente en su tierra Argentina, rodeado de sus seguidores en la lontananza de la tranquilidad por la nobleza de sus canciones que ya no herían a ninguna dictadura.

Ahora parece que murió en un ajuste cuentas entre los gobiernos que quieren una verdadera democracia y los nuevos infieles para los que la vida no vale nada, porque solo a estos comerciantes lo que les interesa es el poder para seguir haciendo lo que les renta dinero.

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