Las otras guerras 4

Escrito por: jesusantog el 07 Sep 2011 - URL Permanente en El País.com  Publicado en esa época en El País.esEstas son de las peores. No se trata de las que libran los Estados en las que sus dirigentes crean sus enemigos para entretener a todo un pueblo en esos festines donde los sentimientos de libertades son exacerbados para que la gran mayoría comparta lo que que éste afirma sobre los posibles usurpadores que son los delitos políticos donde se atenta contra la libertad de empresa o religiosa en las que las minorías pretenden hacerse al poder.

Y claro que tienen algo de parecidos a las que decimos por que son comunes.

Son guerras inventadas en las que se juega con el cerebro de unas personas, en las que estos agentes mediante el manipuleo le hacen creer que es un enemigo, mientras  lo hacen aparecer ante los demás como un demente. Instigan. Como buenos artífices y creadores de esos espejismos usan   el poder que tienen. En países como el nuestro es muy común oír hablar de gentes que se ahorcan, que se matan; o que trastornados mentales se arrojan a un carro para acabar con sus vidas.

 O simplemente que en unas descusiones de esas que se dan por una casa o una herencia, aparece muerto en alguna trifulca producida por el licor o alguna droga sicótica.

Y también se utiliza a aquellos que sumergidos en el vicio, pretenden hacerles creer que con sus buenos oficios recibirán un premio.

 En esas calles Ud. puede resultar muerto.

 Y es que hábilmente han manipulado su cerebro. Les dicen lavados cerebrales. Utilizan a los mismos familiares mediante prácticas tan extrañas, que van desde esconderles sus objetos, utilizar a toda una cofradía en la que todos están comprometidos a ejecutar su labor, pues parece que entre ellos se pagan favores con favores. Les gritan en las calles, usan a menesterosos que los agreden, y los viciosos son convertidos en especie de informantes que alertan adonde está, y cuando Ud. ya está loco y asustado incluso ayudan para finiquitar su labor.

Así Ud. acude al licor para paliar los nervios, se vuelve un vicioso por cuenta de esas soledades que le van formando en el cerebro, y cuál más que es autoridad en este país plagado de congojas, se aprovecha de está situación, y resulta condenado al delirio y a la muerte por esos imaginarios que aparentemente hacen la ley por sus propias manos, cuando en realidad lo que están es tratando de tapar un delito con otro delito.

En" Un Autista en Colombia " el autor acaba de narrar como se utilizan esta serie de enjundias. Ud. le dice a otro que ya lo han intentado matar. En "Crónicas Gendarmes" ya lo ha contado el imaginario de "El Embrujado". Este le dice que no quiere saber de política. Pero no. Es alguien que lo agrede por cuenta de otro muy cerca de la casa bajo la apariencia de un atraco. Cuando en realidad es presumiblemente por cuenta de esas amenazas que a diario le salen en las calles. Se cogen las nalgas, le gritan, lo demeritan, y para el cual más Ud. es el peor de los congéneres. En los negocios de pronto se toma algún trago muy cerca de un teléfono, y de pronto llaman. Tal y como sucedió en otra ciudad en más de una ocasión al frente del cementerio del sur adonde un paisa.

Aquel es dueño del negocio, y contesta para que Ud. escuche:

-No. El no es ningún provocador.

Bueno, en este caso, alguien lo ha  provocado  y está irascible porque ese día muchas cosas le han sucedido.

En Bogotá lo amenazaban, y en algunas ocasiones le colocaban hasta radioatrullas al frente de la puerta de la entrada, mientras recelosamente cuando llegaba en otras ocasiones demasiado tarde, amablemente le decían:

- ¿Y no le da miedo llegar a esta hora,don...?

En fin, argucias que han sido tan comunes, de allá y acá.

En esta ocasión un motociclista se le abalanza, y le grita:

-Váyase a dormir, sino lo matan. 

Durante días le han estado haciendo extraños trabajos, en el que la sicología se utiliza, pero como ha vivido tantas, solo atreve a responder de la misma forma:

- Desde niño ha estado amenazado.

Pero Ud. no puede amanecer sonriendo. Fuera de que  lo ponen hablar de otras situaciones vividas en la misma casa,  Ud. está loco o cerca de enloquecerse.

Tiene que irse para un siquiatra.

Lo Intenta recrear en un blog en un café internet, y es bloqueado.Insiste. Termina en otro Internet y allí definitivamente lo bloquean. Tendrá que utilizar otro. Cuando va a salir, un agente coloca su radiopatrulla al frente, y Ud. cree que lo están asustando.

Al fin y al cabo esas coincidencias han sido tan comunes, que no presta atención; y como buen ciudadano, decide que hay que contarlo más tarde.

Si perdura, le van formando el delirio de persecución. Ud está irremediablemente perdido. Probablemente lo verán hablando solo por las calles.

Le gritarán:

-¡Degenerado!

Y todos a una lo han convertido en la bazofia que no se merece.Y como sus entradas económicas son mínimas, peor. Es un mantenido.

Así son estos trabajos.

Mucha paranoia, y demasiados entuertos.

 

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