Los misterios de los asesinatos perfectos



Escrito por: jesusantog el 04 Dic 2011 - URL Permanente en El País.com

Aunque en anterior ocasión, ya hablé de ésto, qué más que dilucidar sobre estos temas que nos parecen tan comunes, por que simplemente las noticias que a diario escuchamos, hacen que el morbo de la gente especule sobre este comportamiento social, ya que en nuestras calles adonde por donde uno vive  siempre se habla sobre lo mismo. Es como si esta mentalidad criminal se hubiera impuesto sobre las mayorías que los ciudadanos de bien.que existen en este país.
Yo he sido víctima de extraños sucesos desde muy niño, que a mi ahora se me antoja decirlo, por la paranoia a que hemos llegado por cuenta de los mendaces que desde muy joven nos salieron, pero que con los años, uno comienza a creer, que detrás de todo lo que ha sucedido, hubo y hay un extraño complot que se confunde con intereses familiares, u otras que el autor al recabarlas en su imaginación, hacen que afloren en esos extraños estigmas de policía, donde por ser hijo de unos comerciantes que consiguieron sus sueños mediante sus negocios de contrabando, en los tiempos en que se fletaban mercancías desde otros países en aviones o por tierra, autoridades policiales también participaban a que llegaran a su buen destino, en aquellos años en que aquel comercio prosperó en los San Andresitos de Colombia, adonde sus alijos se convertían en una especie de guerra particular entre éstos y el estado, por la recaudación de esos bienes que el fisco consideraba que además de estar evadiendo los impuestos, estaban cometiendo el delito de contrabando. Eran los años del proteccionismo en nuestro país, mucho antes de la apertura económica que hubo con la reforma de la constitución del 1991 cuando el presidente Gaviria y su gobierno cambiaron muchas normas para que nuestro país se abriera a los mercados internacionales; y todo aquel que pudiera importar, lo hiciera legalmente.
Eran otros tiempos, digo yo, en el que las complicidades policiales eran de otra manera, y los contrabandistas ponían sus mercancías en los sitios que querían, mediante el imperio de sus ejercitos privados, que entre otras cosas muy probablemente eran diferentes a los que se robustecieron cuando el negocio de la droga afloró en nuestro medio.
Pero...
Esas mentalidades subrepticias que siempre han existido, donde el poder del dios dinero, también ha permitido que se den estas situaciones que vengo diciendo, en un país donde los villanos también tienen su fuerza, pero que como son ciudadanos que quieren vivir tranquilos sin que la ley los molesten, utilizan a unos personajes que se encargan de hacer sus trabajos sucios, muy al estilo de lo que la mafia en los Estados Unidos, o en Europa han hecho.
Y no porque uno sepa de lo que sucedió en la vida real durante aquellos años, sino por la situación personal que el que escribe estas lineas ha vivido. No se trata de política ni menos que se tenga una concepción anti-ley, porque por el contrario, cuando una persona alcanzó ha estudiar 4 años de derecho, lo hizo en su creencia de que el derecho y la ley primaban en este país, y que nuestros encargados de defendernos de los improperios eran los que establecen la constitución de la cual nosotros hacemos parte porque somos colombianos y creemos en nuestras instituciones que malas o buenas son el sustento y el futuro de nuestra sociedad.
Yo estaba muy joven, cuando comenzaron a sucedermes ciertas situaciones personales que se confundían con los malos habitos, o mal formaciones aparentemente malas sicológicamente, pero que en su momento no tuvieron respuesta, pues fui vilipendiado y saherido en lo personal en medio de unas vivencias que ahora el autor comprende, porque son esas maneras mediante las cuales, algunos caemos sin darnos cuenta; muy a pesar que con los años se termine comprendiendo como existen unos personajes que manipulan a las personas y las llevan a las locuras y a la muerte.
Qué alguien se colgó de un techo, que un niño decidió acabar con su vida, después de haber dejado una carta a sus padres, o que por algún motivo otro decide acabar con la suya arrojándosele a un carro en medio de muchos testigos. Otra cosa sería, si queda la duda de que alguien lo empujó, o que otro aparentó que lo iba a atracar y lo obligó a que para impedirlo atravesar una avenida sin mirar que los carros venían.
No se trata de éso. Se trata de aquellos que deciden acabar con su sufrimiento personal, que muy probablemente se deben a esos conflictos sicológicos del ser humano, que al no encontrar respuestas valederas para su situación, y al no ser orientados por los que lo rodean, deciden acabar con sus vidas.
Esos son los asesinatos perfectos.
Pero como el autor ha sido amenazado muchas veces en su misma casa, y además ha tenido que soportar otras series de improperios de las cuales ha sobrevivido, y porque tercamente después de que fue enloquecido, quiso matarse, porque además su sicología ha sido coartada por sus mismos familiares, y porque por el común de los amigos que tuvo, lo consideraron un retrasado mental por su condición de autista  donde lo quisieron hacer pasar como un degenarado y hasta ladrón, la vida y el soporte de esas humillaciones y privacidades, lo han insuflado para aferrarse a la vida que otros se la han tratado de quitar.
En esas situaciones, cuando la locura llega al extremo, es que una persona decide actuar para suicidarse. Historias hay muchas. Allan Poe, el autor de esos mundos casi tan reales que los mismos imaginarios que el nos legó, murió en medio de su alcoholismo, que solo hasta ahora existen otras teorías sobre su verdadera muerte. Nunca se me olvida a Bach perseguido por un Salglieri, tal y como aquella bella película sobre su vida, nos lo revela, o porqué no las situaciones que durante todos estos años he vivido, y en el cual han participado tantos rufianes, por que es delincuencial coger a otro en medio de su locura, y tratar de llevarlo al cementerio de una u otra manera, a mansalva o de manera directa.
En "Laurentz de Arabia", Peter Otole encarna aquel personaje legendario, que según parece tiene su asidero real en los tiempos de los espías en el medio oriente, que hacen que lo suyo sea una posible leyenda, pero que tambien a su manera pudo ser no más que un asesinato perfecto, tal y como sucedió con Torrijos en Panamá adonde se especuló sobre su muerte en aquel accidente de aviación que todavía recordamos, ahora que ha sido repatriado Noriega para purgar sus delitos en su propio país.
En esos asesinatos perfectos, yo he sido víctima de manera inescrupulosa consuitodinariamente. Tal vez, dirán que soy un paranoico, pero ello no basta para contar parte de las historias que me placen al contarlas, y porque no soy tan ido y fantasioso como otros creen.
Apuesto que a Ud. cada vez que sale de su pieza, otro familiar se levanta y lo increpa, y en medio de una provocación en las calles, los guardianes de bien lucen sus mejores galas para amedrentarlo y amenazarlo muy disimuladamente, tal y como le aconteció a "El Embrujado" en "Crónicas Gendarmes", aparentando ser un problema de familia sobre la posesión de una casa, cuando en verdad era sobre otro posible legado que el autor pudiera reclamar, o porque simplemente esos familiares en sus creencias estaban convencidos que todo se solucionaba por el poder del más fuerte, cuando los mismos encargados de protegerlo como ciudadano de manera subrepticia estaban presionando sicológicamente en las calles, a donde casi se pierde la vida por cuenta de otros.
Hubo un tiempo, en que el autor intentó suicidarse arojándose a un carro en plena décima con 11 en San Vixctorino, aunque el autor estaba demasiado alcoholizado e ido de si mismo. Pero hay maneras a donde la moral se la rebajan a una persona, o le hacen creer lo peor, que cualquiera decide quitarse la vida.
Yo creo, que alrededor de esos suicidios que escuchamos a diario, o de los accidentes en los que muchas personas pierden sus vidas, existen otras motivaciones. Esos son los misterios.
No tanto, como los que tuvo Heminguay para quitarse la vida. O pueda que también para éste, también hubieran existido.

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