Ecos de la última Cumbre de la Américas
Tal y como se esperaba.No hubo consenso sobre las islas Malvinas y la posible participación de Cuba en los próximos encuentros de los países del continente americano. Estados Unidos y Canadá con sus votos en contra impidieron el consenso. Más no así la ayuda de los Estados Unidos en América central en la lucha contra las drogas y el crimen organizado, donde por primera vez los jefes de estado que participaron estuvieron de acuerdo que las políticas antidrogas no han dado los resultados esperados. La tácita aceptación de un encuentro que paladeó otros encuentros que se sucedieron como preámbulo al que se dio donde los pueblos indígenas reivindicaron sus antiguos sueños de igualdad racial, y la exigencia que hicieron sobre la participación de Cuba en las próximas cumbres, y la exigencia de tocar el tema de la Malvinas; que con el otro encuentro empresarial que lideró el gobierno ante otro donde la participación ciudadana encabezada por los grupos políticos de oposición hicieron que esta 6a. cumbre fuera más suigeneris que las anteriores.
Se entendió con ésto, que los Estados Unidos ya no tienen el mismo poder que tenían antes, y que lo que pueda seguir sobre unos próximos encuentros sean la antesala a una reforma o liquidación de la O.E.A. porque ya no se entiende que el bloqueo económico a Cuba sea tan importante como antes lo fue en la época de la guerra fría que nos recuerda a un Nikita Krushev golpeando con uno de sus zapatos la mesa donde estaba en aquella famosa reunión de la O.N.U. para hacerse oír de sus contertulios, en aquellos años turbios en que casi se desata otra guerra mundial por los misiles que éstos estaban tratando de instalar en la isla cubana, a condición que el régimen de Castro no fuera invadido por los norteamericanos, y muy a pesar del fracaso en Bahía Cochinos, y porque el peligro del comunismo ya no está a la vuelta de la esquina tal y como se lo creían.
Mucho menos cuando ya el viejo colonialismo del que las potencias europeas hicieron gala en Africa y en otros continentes para que Gran Bretaña todavía siga en ultramar haciendo su viejo papel colonial en una isla que está a miles de kilómetros de su territorio, y que además no hace parte de sus ambiciones geo-políticas.
La salida de la presidente de Argentina mucho antes de culminar el encuentro dejó ver que tras su enojo existía ya todo un engranaje dentro de su propio gobierno con el fin de la nacionalización de la petrolera que los españoles hace unos años recibieron en contrato para la explotación de este recurso por el propio Carlos Menen, y que refleja que la O.E.A. ha perdido más influencia, porque los bloques económicos que se están dando, hacen prever uniones en torno a acuerdos económicos que puedan hacer competitivas nuestras economías en este mundo que ya hemos dado en llamar globalizado.
Perú, México, Chile y Colombia como los países emergentes que entran a participar dentro del modelo con los tratados de libre comercio con Canadá y los Estados Unidos, ante un Brasil que quiere asociarse con Argentina para la explotación del petróleo, mientras que China y Asia quieren ejercer su influencia en este continente, y la crisis que existe en la Comunidad Europa hacen que probablemente los países que como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, tengan que reorganizar mejor sus propias convicciones políticas para poder ejercer su influencia porque la ola del libre comercio que se está imponiendo con la política de los Estados Unidos que no quieren perder su control ante los colosos de China y la India; tendrán que también participar en estos tiempos de libertades aduaneras.
Es muy posible que los proteccionismo estatales tenderán a desaparecer, y con el tiempo sabremos quiénes en realidad saldrán gananciosos. Si los pueblos en sus exigencias económicas para satisfacer sus necesidades, o los Estados que representando las transnacionales económicas hagan también al unísono unos asomos de prosperidad o de empobrecimiento ante la avalancha que se está dando por la explotación de los recursos mineros en nuestros países.
Tal vez la próxima cumbre que se dará en Panamá pueda dejar resueltas estas alineaciones económicas y políticas que se están dando alrededor de los Estados unidos, Brasil, y Colombia como puentes dentro de los países emergentes y ante los del A.L.B.A., o los de los acuerdos regionales que hay entre Brasil, Argentina, Uruguay y a su vez entre otros del continente.
Sin una O.E.A. que no refleje estas realidades, probablemente sus principios y propuestas quedarán en el papel ante la realidad avasalladora de este mundo que cambia vertiginosamente.
