Desconciertos financieros

Ahora que Europa vive el descalabro financiero provocado por los intentos de sus países asociados de sobrevivir a la crisis desatada por el Euro con la insolvencia bancaria  a pesar de los intentos fallidos porque se equilibren sus economías, recordamos las políticas del Fondo Monetario Internacional(F.M.I.) en las décadas pasadas en Latino América  cuando sus recetas para dar soluciones a nuestras economías consistían en darnos unos préstamos leoninos porque no solo se incrementaba la devaluación de nuestras monedas, sino que también teníamos que ajustarnos a sus exigencias que iban mucho más allá de lo que podíamos pagar. Países que como en el caso del Brasil, su deuda que era considerada como una de las mayores del mundo, o de la Argentina, que cuando un bebé nacía ya le estaba debiendo a los prestamistas un jurgo de dólares.
Y ésto, lo dice una persona del común que solamente recuerda que en aquellos años, nuestro medio circulante dependía del valor de los dólares que tuviera el Banco de la República, y no del oro que tuviera acumulado; tal y como se concibió originalmente porque estos recursos auríferos ya estaban consignados en Fort Knox en los Estados Unidos.
Dependíamos, y todavía seguimos dependiendo del dólar y no del oro, porque este ya no lo tenemos, y están depositados en aquel fuerte. Y claro que suena a perogrullada, porque la realidad económica de un país, representa el trabajo y los bienes que produzca, sino que desafortunadamente  en esas recetas Keynesianas, anduvimos así por décadas, que incluso en esos años en la Europa antes del Euro y de la Unión Europea que se veía venir, sus economías y la nuestra también dependían de la fluctuación del dolar porque en Europa dicha divisa se había convertido en la base para las transacciones mundiales, que competían con la divisa de la Libra Esterlina de Inglaterra que también había atesorado en su banco todo el oro que pudo, y que en ello estaba basado su valor.
Con la entrada en vigencia del pacto europeo y su moneda única del Euro, a pesar que Inglaterra no accedió a participar de la moneda común,  durante todos estos años figuró como una de las más fuertes, incluso superando al valor del dólar, y nadie presentía el desbarajuste que se estaba dando en estos países que con el tiempo los tiene  en la quiebra. Y que solo se avizoró cuando los griegos no pudieron solucionar su crisis, a la que le siguió la de Italia, y por último a la de España, en una insolvencia total, porque los grandes capitales  de los monopolios que manejan dichas economías, cuando sienten que sus divisas están en peligro terminan por sacarlos de los bancos y llevarlos a un puerto más seguro a otro país, lo que ocasiona una quiebra generalizada, por más que le inyecten dinero, y en este caso el del euro que solo se ha sostenido porque Alemania como una economía fuerte, les está exigiendo que con reformas y amarres de sus cinturones, solucionen sus crisis. Y es ahí cuando también entra el F.M.I. o los grandes prestamistas del mundo occidental que no quieren que la catástrofe que se avecina afecte al mundo entero. Los Estados Unidos con su catástrofe hipotecaria, que sabe lo que ahora está viviendo España e Italia, que sus bancos no tienen fondos, y aunque se tomen medidas austeras, la inyección del dinero que necesitan para subsistir ha creado la alarma en los grandes inversionistas, que han decidido sus capitales se vuelvan golondrinas que entran a nuestros países, y después de lograr su cometido con sus grandes ganancias, nos abandonen dejándonos en quiebra.
En Grecia con su decisión en las urnas de re-negociar la ayuda económica, una ayuda que entorpece a la Alemania de Merkel que quería a toda costa que se ajustaran sus cinturones, ahora tiene que aceptar a regañadientes que tienen no solo que inyectar dinero, e incluso que la banca internacional intervenga, y que replanteen la necesidad de su unidad bancaria para fortalecerse si quieren que su unión perdure, incluso a costa de los desarrapadas de estos países en que sus pueblos ya rondan con los estandartes chovinistas.
Y ya es un hecho que a nadie le conviene que el Euro como moneda fracase, porque su crisis terminará afectándonos también a este lado del mundo.
Y claro que un analfabeta en estos temas,  de pronto puede estar equivocado. Ojala y sea cierto, para el bien de todos.

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