Imaginarios que hacen la historia


En el medio oriente los conflictos que viven siempre se atribuyen a la religión que profesan, así sea que los gobiernos estén o no asumiendo el papel que ella juega. En el occidente ya lo vivimos. Incluso en Colombia cuando en la constitución de la regeneración de Nuñez, la iglesia católica era un Estado dentro del propio Estado colombiano. Una cosa es el Vaticano, y otra cosa lo es Roma. Ya en el gobierno de Julio césar Turbay se planteo ese dilema, y con la constitución del 1991 en el gobierno de Gaviria la libertad de credos quedó consagrada en armonía con lo que los países de occidente pregonan. Una libertad que entre otras cosas también ha permitido que nuevos pastores surjan, que nuevas iglesias proliferen, y que como consecuencia de ello, también se vislumbren nuevos mercaderes que hacen de la religión un negocio, y que en cierta medida la religión católica haya perdido más fieles, pues aunque el Papa venga o no a nuestro país, siempre queda esa libertad en este mundo moderno que vivimos, donde el Internet ha hecho que los jóvenes de ahora no sean los mismos que conocimos. Uno los ve en los Emos, y en tantos otros grupos juveniles donde parece que la televisión ha jugado un papel importante para que éstos tengan otra visión del mundo tan diferente, que a veces se nos hacen tan incomprensibles con sus peinados y su forma de actuar cuando se les ve en grupos, como si la diferencia entre hombres y mujeres no existiera; sin contar con otras sectas y grupúsculos donde intervienen otros factores que se han diseminado en los colegios, donde la droga y el vicio juegan otro papel determinante. un mundo que nos inhibe en pensar como serán los futuros dirigentes de este país, cuando lleguen a sus cubículos en los cuerpos colegiados, o en las empresas que ellos posiblemente dirigirán, a pesar que otros creamos lo contrario.
Uno ya lo ha vivido a su manera. El mundo lo hemos asimilado, y seguramente no seamos los mejores porque no hemos podido influir o ser fuente de riqueza porque nuestras dependencias nos auguran cosas peores en un país que se congratula con “El tratado de libre comercio”. Un país que seguramente será muy diferente en unos pocos años, fuera del cambio que ya se ve en las mentalidades de los jóvenes.
Y si el logro de los católicos en el mundo occidental al convertirse en nuestra religión preponderante que ocasionó no solo guerras por lograr hacerse a un poder real en nuestro imaginario colectivo, que comenzó con los Borgias en su lucha por el poder dentro de la iglesia, en contra de sus detractores que como Calvino, o Lutero encarnaron los sismas en que se dividió la creencia en un Dios único, y que permitió la unificación y el surgimiento de las naciones y el estado en nuestro mundo occidental; aún así  hayan existido personalidades como las de Savanarola, que fue llevado en la época de la inquisición a la hoguera. Una cruda realidad en la que el estado y la religión formaron una unidad que solo en la modernidad, se hizo haciendo más clara la diferencia entre un estado rector, y una iglesia que hacía y hace parte de nuestro imaginario colectivo. Y en medio de todos esos conflictos la historia del hombre se ha movido así.
Lo viven en el conflicto que ahora se libra entre los musulmanes, cuando se apegan a una religión que los hace movilizar contra sus opresores que son militares y particulares que por sus creencias fueron consagrados como los que verdaderamente manejarían sus sociedades, y donde esta libertad que conocemos es muy distinta a la de ellos, pues al fin y al cabo sus creencias los hacen ser lo que son, pero que con las nuevas tecnologías de la información y comunicación, los han ayudado a pretender hacer toda una serie de revoluciones sociales, que sin embargo están unidas a sus creencias religiosas que van entre las diferencias entre mahoma y su yerno, unas diferencias tan ancestrales como las de nuestras misma religión, y que incluso en Egipto con los Coptos, ahora temen el advenimiento de los hermanos musulmanes al poder, o peor aún, que el que los rija sea el que fue ministro de defensa Mubarack.
Unos imaginarios donde la religión y su manera de pensar todavía pesan en esas naciones y estados, que no han logrado alejarse del poder terrenal de  la religión. Es como si estuvieran obligados casi que a vivir  lo mismo que sucedió en occidente con los Sismas religiosos de la iglesia católica.

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