La primavera árabe que no termina


Con lo que se vive en Siria es muy difícil que  al Assad entregue fácilmente el poder, pues su clan a pesar del asesinato de su ministro de defensa y el abandono de sus socios que representan al sunismo con la deserción de Tlass,  uno de  altos jerarca de sus fuerzas castrenses que se suma a la de otros, el gobierno  parece estar muy cohesionado en torno al tirano. Así lo dice la prensa internacional. Aunque se ve a una Rusia que en medio de semejante embrollo político internacional, todavía le apuesta a la no intervención por parte de alguna resolución de la O.N.U., mientras que China calla y también veta cualquier sugerencia que invoque a lo mismo, mientras  Irán sigue con su ayuda al régimen con armas y pertrechos.  Como para no quedar mal con lo que se ve venir, que no es más que el desgaste del gobierno Sirio en una guerra que ya tiene perdida porque desde Damasco, tal y como sucedió en Libia, sus detractores le han dado duros golpes dentro el seno de su cúpula de gobierno y militar, muy cerca de donde gobierna.
Los rumores de que Asma y su familia ya se encuentran asilados en Rusia no hace más que bajar la moral a sus hombres que incluso las fuerzas de los Shabihas, que en árabe significan Fantasmas, ya no pueden contener al ejercito libre de Siria que se está constituyendo en el poder armado que nadie esperaba ni preveía, pues según parece Turquía a pesar de su amistad con Rusia, ahora está jugando un papel decisivo como parte de la ayuda que necesitan, y porque en todo este conflicto también desea jugar un papel en este conflicto, en esta primavera árabe que todavía no termina, porque los acontecimientos que se dan en esta región van mucho más allá  de lo que cualquiera pueda creer: "Un juego de ajedrez donde los israelíes movilizan su ejército hacia la parte norte de la frontera con Siría, mientras al Assad se ha visto obligado a recurrir a los hombres que tenía apostados allí, por que ya el trabajo sucio desempeñado por los shahibas, que son parecidos a los mercaderes que usó Gadafí, y que como en toda guerra estos se venden al mejor postor, en ese conflicto donde el negocio de armas es fundamental están del lado de los mercachifles.
Y la religión, como la de Al Quaeda islamista, con el triunfo de los hermanos árabes en Egipto, también enarbolan en toda esta región sus ideas de rebeldía, adonde nadie sabe en qué podría terminar todo este polvorín. Incluso en la misma Libia a donde participaron más de uno llegados desde diferentes partes de esta región a tumbar a Gadafi, y que todavía no reconocen al gobierno que los rige porque se parecen a lo sucedido en el viejo oeste norte americano, pues son muchos grupos los que están armados, y el gobierno no puede ni ejerce control sobre ellos.
Y aunque los desertores del propio ejército en Siria se sigan sumando al ejército libre de estos, todavía no se sabe quiénes serán los abanderados en esta larga primavera, ya que se cree que los alahui al versen cercados huyan a los sitios costeros de donde son originarios, y decidan hacer una nueva partición de  este estado, mientras en la O.N.U. seguramente con Kofi Annan a la cabeza seguirán discutiendo sobre la suerte y participación de los observadores internacionales para impedir que se siga derramando sangre inocente.
Por ahora Turquía es la que parece seguir ganando en este largo conflicto de ajedrez y de guerra en el medio oriente. Los demás países incluyendo a las grandes potencias, siguen en tablas.

Entradas populares de este blog

Asesinatos perfectos

Asesinatos perfectos

Convidando a papá (5a parte)