El caso palestino*

Publicado en esa época en el País.es

La aceptación de la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones en el voto de sus miembros que aceptan a Palestina como un Estado Observador no miembro en contra del veto que pretendían  Israel y Estados Unidos, le da un nuevo giro político en el medio oriente, donde la antigua autoridad palestina ya tiene de por sí un reconocimiento, por cuando también fue aceptada como miembro en la Unesco.

Una votación que no es más que la consecuencia del reconocimiento a una nación que quedó subyugada cuando el mandato británico bajo la égida de la O.N.U.    hizo la partición de Palestina en dos regiones donde por un lado surgió el Estado de Israel, y los palestinos quedaron a la deriva en medio de unas guerras intestinas donde los ideólogos del sionismo mediante  Ben Gurión proclamaron el estado de Israel en 1.948, siendo éste su primer presidente.

Fueron los años en que muchos admiramos la capacidad de un pueblo para innovarse y darse su autonomía cuando leíamos cómo le robaban al desierto su sequedad y construían sus sueños de milenios vagando por tierras que fueron para ellos inhóspitas ante muchos pueblos donde sufrieron persecuciones y ostracismos hasta el punto que bajo el auspicio de los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial le dieran la oportunidad a sus dirigentes que lograron hacer una”Ley del retorno” que consistió en que todos los judíos  que llegaren obtuvieran no solo su nacionalidad si no los frutos, al obtener el derecho a que los colonos se instalaran en ella, mientras los árabes que sintiéndose expropiados dentro de sus mismas tierras fueron obligados a vivir como parias, a donde ahora es el Estado de Israel; además de todos los judíos que sintiéndose amparados bajo la protección de este desde muchas partes del mundo llegaron a construir sus sueños. Un Estado al que los Kibutz en esas formas de organización de los individuos para explotar los recursos que le robaban a las tierras no fértiles del desierto para convertirlas en las fuentes de su sustento fueron en  gran medida  los gestores del estado de Israel dentro de su imaginario sionista y socialista, muy parecidas a las que en su momento “La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas “(Los Soviets) hacían gala con el cooperativismo reinante en su producción socialista de una manera muy particular.

Y sin embargo los que admirábamos a este pueblo que logró surgir de los guetos y las persecuciones en Europa, también admiramos en su momento a lo que Moshé Dayán hizo, sin comprender en gran parte la consecuencia de lo que las antiguas colonias inglesas y francesas hicieron sobre la repartición en el medio oriente donde dichos  pueblos fueron segregados como tales, y aunque la aceptación en el contexto internacional de que el Estado de Israel debería de existir haciendo honor a esa barbarie étnica sobre una minoría que al igual que otras como las de los gitanos, los indígenas y afrodescendientes en en nuestro continente americano  lograron tener una patria y un Estado que los protegiera y les diera su carta de nacionalidad, sin consultar a estos beduinos que  al igual que los judíos de esta zona del mundo hacían parte de lo que fue el imperio Otomano.

Así entendimos que tras la solución aparente a un pueblo y a una nación, al fraccionar a Palestina en dos regiones árabes y judías, los conflictos ideológicos y religiosos de estas dos naciones con las aristas de todo un conglomerado religioso, monoteísta  y de costumbres sociales diferentes  en el que el islamismo, el cristianismo y el judaísmo han desencadenado como vertientes ideológicas que son, todas estas guerras que hemos visto desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, tanto que en un once de septiembre compelidos en esas luchas de ideales transformadas en terroristas destruyeron a las Torres Gemelas en Nueva York que eran el emblema del capitalismo mundial, y que Bin Laden su gestor,  a pesar del poderío que todo mundo creía que tenía haya muerto casi que solitariamente,  tras un  ataque estadounidense aprobado por el primer afro descendiente que ha llegado como presidente a “La Casa Blanca”.

Así supimos que este pueblo existía, y también exigía como todo pueblo su reivindicación y autonomía que ahora la asamblea de “La Organización de las naciones unidas” le ha dado en parte al reconocerlos como  un  ”Estado Observador” tras aislar a Israel y Estados Unidos políticamente, y lograr que la misma Alemania que bajo Hitler fuera su destructora ya no lo vetara si no que se abstuviera, y que Italia al igual que España lo reconocieran como tales, provocando una gran división dentro de una unión europea que al igual que su tambaleante economía, refleja todo un nuevo panorama político donde los palestinos han terminado porque comiencen a ser aceptados como los representantes no de lo que fue “La Autoridad Palestina”, sino la proyección de un posible nuevo país como Estado, y que tiene que terminar reconociendo al Estado de Israel, que en estos últimos días de hecho ha tenido que aceptar negociar mediante el arbitrio Egipcio con Hamas, que siempre ha pretendido el exterminio del  Estado Judío en la reciente guerra librada entre ellos, contrariando a lo que representó en su momento El Fatah con Yasser  Arafat.

Con este reconocimiento, muy posiblemente los contradictores dentro de los mismos palestinos, y la reciente aceptación judía de la intermediación egipcia, tendrán que aceptar la existencia de los dos Estados.

Buena ésa, por la resolución a favor del caso palestino como “Estado observador” en la O.N.U.

*Escrito mucho antes de la masacre de Hamas sobre el pueblo judío y la posterior represalia por parte de los israelitas al mando Benjamin Netanyahu que cada día pierde audiencia ante la opinión pública de su mismo país porque demuestra su espíritu racista.

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