Los intelectuales de la locura y...

Escrito por: jesusantog el 11 Oct 2008 - URL Permanente Publicado en El País.com
Publicado en esa época en El País.es
...la muerte.

Decía que Conneri después que interpretó al personaje de Fleming quedó marcado y aburrido de representarlo por muchos años. Algo que sucede en la vida real con nosotros. En el caso mío, si Uds. vieron al papel que desempeña Dustin Hofman sobre un autista, personaje no muy común, pero que en su momento fue motivo para que los medios de comunicación hablaran hasta la saciedad no solo por su actuación, sino por que antes no se sabía quiénes eran en la vida real. Todos los confundían con la esquizofrenia. Es más a mí me consideraron bobo. Tal vez por éso, todavía estoy vivo, muy a pesar que me han sucedido muchas cosas y que con el pasar de los años he comprendido que fui víctima de una extraña persecución en donde se confundían agentes estatales con particulares, pero que en últimas obedecía a instigaciones familiares que tuvieron y tienen ese papel. a pesar que en nuestro país se habla del derecho a la igualdad ante la ley y la sociedad porque existen personas que como en el caso mío somos víctimas de siniestros personajes. Claro que esas persecuciones son tan sutiles para el común de la gente, que no son más que habladurías, y uno en cambio termina por ser un villano. Nunca pensé que fuera a ser víctima durante toda mi vida de semejantes canalladas, tanto que durante años me daba miedo llegar a la casa embrujada, tal y como lo he reiterado en otros blogs, Tal vez, para aclarar mejor no solamente en ésta, sino desde que tengo uso de razón. Y que claro, por haber sido demasiadamente tímido, para los que me conocieron y trataron conmigo, yo no era más que un loco. Sí. Tartamudeaba desde niño, y a través de los años comencé a sufrir extrañas persecuciones que tenían relación con alguna autoridad y que como me alcoholicé desde niño, por no decir que de adolescente, comenzaron dichos amigos a jugar con mi cerebro. No es tan difícil. Lo extraño es que fueran tejiendo toda una historia en la que los mismos familiares participaron. Andando por las calles en mí trabajo que no me da ya ni para comer sobreviviendo a mi manera, en medio de extraños personajes que salen a provocar, o ha zaherir de lo lindo, pues sino me susurran con amenazas o frases provocadoras dichas de maneras tan sutiles, que cuando los miro se hacen los que no fueron, o cogiéndose sus nalguitas, o metiéndose las manos en los bolsillos de atrás o de adelante; o rufianes que uno los ve que lo siguen amenazantes, o las extrañas argucias de los comerciantes del sector, que si pedía una bolsa de leche no me la daban, y siempre me la cobraban; o en los cafés internes me bloqueaban desde los servidores y obstaculizando  lo que yo he tratado de hacer. Es más, cuando estuve algunos años en Venezuela, tan pronto resultó un trabajo después de muchos años de no tenerlo en Colombia, comenzó la extraña persecución de unos imaginarios de la guardia nacional, y de la cual afortunadamente me liberé cuando me fui a trabajar a otro lugar. Allí en cambio fue de otra manera. Cuando Ud. ha sido desde niño cogido como conejillo de indias, y cuando de manera reiterada a donde vaya le hacen esos extraños trabajos, piensa mal. Probablemente no lo aguante mucho. O termina loco, o...  Bueno, han pasado tantas cosas, en la que uno termina suponiendo que los familiares tienen sus secretos, y que presumiblemente éstos también son secretos o fueran de esos imaginarios con relaciones policíacas. Claro que como uno no es cuerdo. Recién salido de un hospital, del cual salí con los nervios destrozados, estas extrañas persecuciones aumentaron tanto, como si trataran de que no recobrara el sentido de la realidad. No más en la casa embrujada, me movían los carros para que yo los viera por el traslús de la puerta de la casa, y después los volvían a correr tranquilamente. Como tratando de hacer ver espejismos.

Es raro. Verdad. Una de las vecinas que llegó a vivir con otros paisanos de donde yo me crié, una buena mañana me tosió al frente de la ventana de uno de los cuartos. Yo que la alcancé a ver, cuando vi que desapareció como por arte de magia, corrí rápido hacia la puerta para comprobar si de verdad estaba viendo visiones, mientras ésta trataba de esconderse. Qué trabajos tan sutiles, y perversos, como para que los mismo vecinos, cuando uno decía algo en la casa sobre alguno de ellos, tan pronto salía, me estaba esperando. Qué manera tan organizada para hacer crear el miedo y la paranoia. Definitivamente no entiendo. Ud. qué dice, como en un cuento que escribí hace poco: ¿Será que estoy loco? ¿O me están enloqueciendo?
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