Noticias de "El Embrujado"


El autor quisiera contar otras otras historias, pero ante la insistencia del personaje que escribe "Crónicas Gendarmes" debe continuar sometido ante esas persecuciones y tribulaciones que por cuenta de familiares lo tienen sometido a una especie de amedrentamiento y de fijación mental en el que participan más de uno, porque según parece se han querido ganar una lotería con ésto. Son acuciosos, y seguramente no son los primeros que lo han hecho, con la diferencia que solo hasta hoy muchos otros se pueden enterar de las persecuciones psicológicas que a una persona se le pueden hacer mediante las habladurías y los constreñimientos en los que participan familiares y vecinos, y toda aquella ventolera de sapos y rufianes, en un país que como éste no pareciera que el derecho y la ley existieran. Para no ir más lejos, ahora nos damos cuenta que la persona la fiscal colombiana dejó cesante su puesto, por cuenta de esos leguleyismos jurídicos que siempre han existido, pero que en el nuestro en representación de esa sana democracia que debe existir en el país, los mismos entes encargados por cuenta de personas que aunque sabiendo que pueden rayar en la anulación de un nombramiento, solo cuando un abogado y muchos se dan cuenta de esas incongruencias judiciales lo aprobado sobre el nombramiento de la fiscal no es de ley, ésta decide renunciar para morigerar las consecuencias jurídicas que su nombramiento acarrea. Incongruencias en un país de derecho que está siendo sometido a cambios permanentes en sus leyes, en una nueva constitución que nos rige y que en apariencia es más democrática, pero que en últimas instancias hemos estado al vaivén de los acontecimientos sociales que han hecho saltar casi  en añicos todo un orden jurídico por que cualquiera puede esgrimir fácilmente la tacha sobre el ejercicio de un funcionario, o porque de esa manera ante la situación que hemos llegado, se pretende tapar otros enredos judiciales. Y todo ésto en un país adonde de todos los lados salen personajes a hacer que la ley quede viciada de nulidad, porque mediante argumentos jurídicos se puede demostrar. Pero cuando esas inconsistencias se hacen reiterativas, a cualquiera le deja ese extraño sin sabor de que a pesar de la tutela y las acciones populares, la ley está todavía  para los de ruana que la pueden hacer valer a su antojo.
Lo que me cuenta “El Embrujado” es un caso parecido. Escribe algo, y otro se encarga de evitar que entre a corregir lo dicho. Concibe, como le sucedió en "La Leyenda del Dorado cuando escribió algunos relatos, y enseguida vino lo sucedido en esos enfrentamientos entre gobernantes de Colombia y Venezuela que casi nos llevan a una guerra, y para completar lo dicho por éste en otro blog en “Un autista en Colombia” cuando hablaba sobre que la realidad supera la ficción, todas esas vivencias del relato se reflejaron en los delirios de unos gobernantes que nos querían llevar casi hasta la locura , y eso que otros lo estaban tratando de enloquecer. Esos son trabajos que yo denomino policíacos, pero que desgraciadamente en este país por la situación que vivimos, nuestra mentalidades son así; no en vano florecen instituciones  privadas de carácter investigativo porque ese es el reflejo de nuestro país. Un universo mediatizado por los conflictos sociales y por la violencia. Pero que a usted lo que escriba se lo repitan de otra manera, solo cabe en esas mentalidades canallescas que pretenden atemorizar a una persona. Por decir. usted habla de un vecino por la noche en la inmediatez de su hogar, y al otro día tal y como le sucedió  al "Embrujado", al otro día aquel  estaba esperándolo en la puerta de su casa con una escoba, y como haciendo el papel de brujo y adivinador. Habla de un enredo de familia y cuenta algo que le sucedió,  y esa misma noche le llega una cuñada con el cuento de que tiene una rencilla con su compañero, y a la vuelta de los años le recuerda que un amigo de juventud y su compañera a quienes conoció desde muy joven le echaron una historia que versaba sobre un intento de un robo y un atraco, donde  uno de ellos tiene un detective de  aquel organismo estatal que perdió muchas de sus funciones, y que lo necesitan en esa sana amistad que existe entre ellos para que actúe de determinada manera.  Entonces se encuentra con que conoció a unos jóvenes que hablaban mucha carreta, un bla bla blá que ahora quieren repetírsela, y así comprende que toda una vida ha sido perseguido por sus mismos familiares y amigos como si tuvieran algún negocio, pero no encuentra de qué se pueda tratar. Este personaje que está escribiendo esas historias policíacas le cuenta  que tiene una hija secuestrada, y al ir elucubrando sobre lo vivido se encuentra con que es cierto, y así va comprendiendo que existe una logia  de brujos, que han pretendido en enloquecerlo, y que según lo ha contado lo han intentado matar más de una vez.
Esas historias que digo me atormentan, y se complementan con ” El Espía que surgió del frío”, que no son más que las elucubraciones y situaciones atormentadoras a que lo pueden llevar unos personajes que son de carnes y de huesos, que aunque parecieran salidos del mismo infierno, no son más que mentalidades que entre lo rufianesco y la ley, parecieran que se fueran a ganar algún premio o una lisonja en un país tan banal que lo de hoy ya no nos importa mañana, porque la vida no vale nada.
Usted lee un periódico en una tienda, y ve que otro lo mira. Es uno de esos informantes que seguramente trabaja gratis. Usted se interesa por un tema sobre el Internet. Cuando llega a la casa, la vecina que es la esposa de un gendarme, pide el favor que le preste periódico un momento. Cuando regresa para leerlo después de haber salido a hacer unas compras para la comida del otro día, y al devolvérselo  aquella vecina precisamente esa hoja del periódico le hace falta. Le da rabia. Una ira que se tiene que tragar, así como cuando unos familiares le muestran sus dientes, y Usted se los tiene que aguantar porque no tiene para donde largarse, aunque así pareciera que todos lo quisieran llevar para el cementerio.
Hay muchas historias que este personaje le ha contado, y que según dice otro se las comenzó a contar en otro país cuando quiso escribir sus crónicas gendarmes, pero que todavía no las ha podido terminar.
-¡Hey!  Secuestradores y mitómanos, liberen a su hija. No sean secuestradores psicológicos.
No le hagan a otros lo que no quieren que le hagan a usted. No vaya y se les devuelva.
Sean humanos. Así creo que me lo ha dado a entender el personaje que digo.

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