Europa convulsa

El triunfo de los socialistas con Hollande en Francia y el fracaso de éstos en las elecciones griegas refleja la profunda crisis que vive Europa. El plan de la austeridad fiscal propuesta por Merkel y consentido por Sarkozy, no han hecho más que provocar la profundización de la quiebra de todos los estados de la comunidad europea , sin que se vea una salida posible al desbarajuste económico que viven. Los griegos, como recordando aquella vieja película de “Zorba el griego” con Anthoni Quinn donde refleja que la felicidad está en disfrutar de todo lo que el hombre recibe por parte de la naturaleza y de la vida en que viven. Un sueño que ahora se ve truncado a pesar que esta película nos rememore otras épocas que ahora se contradicen con la actual situación en que están. El fracaso electoral que se vivió en aquella nación donde los dos partidos mayoritarios de derecha y de izquierda no han logrado ponerse de acuerdo, mientras los xenófobos que ya son muchos en todo este continente, y que en los dos países se han constituido como los grupos emergentes del neo-facismo que ya recorre todos los escenarios desde España hasta Hungría, y abarca todo un panorama de descontento por las medidas que Alemania a exigido a todos los países que constituyeron el acuerdo de una nueva Europa como un nuevo modelo económico y social que avanzó hasta que el déficit fiscal que tanto aducen,  tocó fondo como en esos brotes letales de una economía desfasada de su curso, e hizo mella en los acuerdos que Francia y Alemania lograron imponer para todos los miembros de la comunidad. Una Francia complaciente que aceptó el plan de Merkel que ha ayudado a colapsar más este abismo entre riqueza y pobreza, y que ha conllevado a que aparezcan los brotes de nacionalismos y chovinismos que no se veían desde que en los principios del siglo pasado incubaron las dos guerras mundiales. Unos nacionalismos enraizados en xenofobias que ahora le achacan sus pesadillas económicas a los millones de inmigrantes  que han compartido durante todos estos años los buenos vientos de una moneda fuerte, que como el Euro puede hacer crisis junto con los sistemas de los diferentes países que componen la comunidad europea, y que amenazan  la estabilidad de todas estas naciones.
Muy probablemente Hollande tratará de recomponer los acuerdos sobre el manejo de sus economías para que la producción no se paralice  y el desempleo no sea el que lleve más al despeñadero de unos estados que crecieron económicamente durante muchos años, pero que bien pudieran estar lindando en el desespero donde los sueños, tal y como nos lo refleja Anthoni Quinn en la película que digo,  no sean más que puras ficciones. Allí, en Grecia donde surgieron las famosas polis que fueron las que generaron todos esos conceptos que tenemos los occidentales sobre la urbe y los parametros de sus reglas que ahora nos rigen tras todo un desarrollo social que tuvo como cumbre a la Francia de los Enciclopedistas con la toma de la Bastilla, parece que lo que hagan marcará la pauta para bien o para mal de este continente. Con los Euro-bonos y otras medidas, probablemente pretenderán revivir lo que aconteció con el plan Marshall al finalizar la segunda guerra mundial para  reactivar así  sus economías y solucionar sus problemas de desempleo, y la posible desvalorización de una moneda que tan solo lleva unos cuantos años.

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