El arte de enloquecer 5
Escrito por: jesusantog el 26 Jun 2010 - URL Permanente en El Pais.com Publicado en El País.es Hace poco en Ibagué, por la avenida Guavinal en el romboid que hay para entrar a otro barrio antes de llegar al que tiene el mismo nombre de la susodicha avenida, escuché: -Denúncieme. Su sonido era claro, conciso, pero muy bajito como para que otro lo pudiera escuchar. Era como si yo pudiera captar en medio del susurro del aire aquella voz. Aunque claro que estaba sólo, y al escucharla traté de mirar hacia atrás a ver qué pasaba. Tal vez mis varillas en la columna vertebral hagan las veces antena, y yo pueda captar algún tipo de frecuencias que otros no escuchan. Eso lo saben los imaginarios dueños de esos secretos, y que seguramente ya lo han usado con otros. No sé, pero de éso estoy casi que seguro. Ya lo he vivido en innumerables ocasiones. Un taxista había decidido devolverse para retomar el romboid, y seguir otra ruta. Le alcancé a ver que tenía su micrófono de su ra