Benedicto XVI en América
deautista | Miércoles, 28 de marzo de 2012 | | Nadie duda que la visita del Papa Benedicto XVI a México y Cuba fue mejor de lo esperado por sus contradictores. Qué quería además de dar una ayuda a la popularidad de Felipe Calderón o coadyuvar a que los Castro en ese margen de cambio que los tiempos han permitido que ciertas formas de propiedad privada y de libertad individual se den en este país antaño socialista con su presencia, los dos estados vigoricen la influencia católica en medio de toda una andanada de contradictores que querían que interviniera para recibir a los indignados por las tropelías cometidas por la congregación de Marcial Marcel y sus abusos cometidos no solo por su doble vida en la que se le acusa de además de tener varios hijos, y haber abusado de dos de ellos, y de cómo las mujeres en la congregación que forjó fueron las más sufridas y abusadas, mientras su silencio no ha sido más que la complicidad, ya que los seguidores de “Los legionarios de Cristo”