Noticias de "El Embrujado"

A  usted le parece fácil que cuando hable de otro en su casa, éste se le aparezca como por obra de magia al frente de la puerta de la entrada con una escoba, y haciéndose el que está barriendo el piso muestra su rostro malévolo como diciendo: "Yo te escuché, desgraciado".
 Así le pasó a éste en la casa del barrio Centenario con Voz de Humo, y que para más señas nos lo viene contando en Crónicas Gendarmes para que todo el mundo sepa lo que estos brujos pueden hacer cuando conspiran todo un grupo de vecinos, como si en sus aquelarres mediante la presión psicológica pudieran llevar a otros a la locura y al miedo, máxime cuando todos ellos fraguaron sus componendas hasta que “Ojos Azules” casi lo mata. Una historia que le hizo recordar a Frank Sinatra con su voz, y también a “El Padrino” en aquel pasaje en que don Corleone presiona para que éste sea aceptado como tal en ese Hollywood y en ese medio del celuloide y de la fama ya que en los casinos también mandaba, y claro que al Voz de Humo no se le puede comparar con ningún cantante o artista famoso.
Personajes de callles que como si se estuvieran ganando la lotería con su teatro, actúan y conspiran de tal manera, que cada que éste  entra a un negocio en los barrios capitalinos, le aparecen policías a pedir papeles, mientras otros se burlan de lo lindo. Los viciosos del barrio le salen por todos los lados y lo amedrentan, y en todos esos negocios cuando no es el hazme reir, le dicen que no pagó, que es un vividor, y cuando se presenta a un concurso en el magisterio, entonces resulta que no puede acceder por Internet para saber la hora de su citación a la entrevista, y mientras tanto esos gendarmes que todo lo saben lo amenazan disimuladamente hasta en la puerta de su casa, porque un vecino cada que puede le coloca una radio patrulla al frente de la entrada, y que le recuerda un cuento que escribió en ese libro que digo, y es como si le hubieran leído todos sus cuentos, y así de esa manera lo intimidan, mientras desde los carros del sector le gritan y lo vociferan, hasta que por último el tal Voz de Humo, Noé, y otros vecinos que parecen estar recibiendo órdenes de los más poderosos del barrio, deciden que ya no puede vivir tranquilo. Le timbran a altas horas de la noche, y en todo este melodrama cuando quiere escribir algo por Internet, una vecina esposa de un gendarme, muy presurosa se convierte en una inquisidora amigable, como en esas historias que nos cuentan de brujas, quienes mediante sus riegos y sus mimos se adentran en los corazones de los hombres para embrujarlos, tanto que en alguna ocasión la echando agua con alguna yerba en la puerta de la entrada a la casa de "El Embrujado". 
Lo hackean por Ia red del Internet. Incluso, cuando en un café que queda cerca de una estación de policía, trata de hacer una queja al Sena virtual, para denunciar que cuando le están dictando el curso en vez de dejarle los trabajos, le envían una foto de una botella de Cerveza “Aguila”, mientras "Voz de Humo" se la deja a la entrada de aquel interior donde vive, y hasta le muestra sus dientes descaradamente. Todo un jurgo de perseguidores le aparecen, hasta cuando otro de esos atacantes le sale muy probablemente de uno de los talleres de mecánicos, en una noche muy temprano, como si lo estuviera acechando con una gorda; y al agarrarlo de la camisa le muestra su navaja automática. De suerte que éste logra meterle una zancadilla, y es en ese lapso de tiempo probablemente el que hace que todavía sobreviva por que su atacante perdió instantes de segundos, y viendo que ya está indefenso la gorda le grita como si quisiera que lo apuñalara. Pero el tiempo no está con ellos por que en aquella avenida 27 ya se ven las luces de los carros que llegan, y a pesar que ha sido muy precavido, hacía unos días que otro con una botella lo había cortado en una de sus manos cerca del cementerio del sur, mientras otros vecinos que tenían un negocio le ayudaron para que pudiera lavarse la sangre.
Y han sido días y años en una tortura dentro de la misma casa, que cada que le sucede algo, aquella vecina hace que barre en aquel interior, y muy sutilmente como informándole que sabe lo sucedido, le golpea en la puerta al otro día muy temprano. Incluso en más de una ocasión, al querer contar una historia, en esos cafés internes del barrio Quiroga cuando quitaban la luz, ésta se parecía con los vecinos en plena carrera 24 al lado de OSCUS  informándole soterradamente que ellos eran.
El pobrecito del “Embrujado” no daba a basto con tantos perseguidores que se habían tomado las calles en sus contra que hasta los vendedores callejeros, los comerciantes, y muchos aparecidos  en esa basta red de informantes, le informaban que él no tenía derecho a vivir.
-”¿Cuándo te mueres?”
De qué ley eran éstos, si estaba en pleno centro del país. ¿O es que era un delincuente?
Y claro que ya le habían sucedido muchas cosas desde niño. Incluso no entendía cómo fue perseguido por esos grupos policiales en Venezuela en el mismo trabajo.
-Ud. está marcado.
Según parece así se lo dijo el comisario Rincón. Y por eso está publicando unas crónicas que redactó en Playa Grande en Catia la Mar, Venezuela.
-¡Hey! Imaginarios secuestradores. Liberen a su hija.
La tienen secuestrada unos complotadores de familia. Libérenla.
¿A un niño o una niña, cómo pueden estos personajes humillar y vilipendiar?
-¡Libérenla! Les manda a decir.
No sean abusivos.

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