Planeta Azul
Desde 1.985 mucho tiempo ha pasado. La avalancha de Armero era esperada a pesar que todo mundo decía que no. La creencia a las autoridades, o todos, nunca creyeron que podía suceder. Sucedió en horas de la noche, y allí murieron miles de sueños para muchos compatriotas, generando ese dolor que a millones de personas en el mundo, todavía no creen, que algo que estaba anunciado, tenía que suceder. El volcán nevado del Ruiz, con su erupción, segó la vida de casi todo un pueblo. Nos recuerda al Etna. A los tantos otros cataclismos que han ocasionado muerte y destrucción por cuenta de la naturaleza, y que a falta de previsión del ser humano, sucedieron como estaba previsto en las mentes de los científicos. Cuando sucedió, ya se hablaba del recalentamiento global por el efecto invernadero pero creíamos que eso sucedería en años, pero no: "Lo estamos viviendo en carne propia, y no han pasado más de treinta años".
Yo escribí una poesía a raíz de ésto, y que se refiere a las sandalias del pescador, porque consideraba que después de la erupción, los nevados perdurarían. Y me equivoqué. Creo que todos. Antes había escrito un cuento corto lleno de incertidumbre sobre lo que pudiera suceder a un planeta en el que estábamos destruyendo la flora vegetal y animal. Nos parecía una tontería la creación de los partidos verdes en Europa, y en otras muchas partes del mundo, pues no teníamos conciencia de ello. El cuento habla de cómo el hombre se vé obligado a vivir en un mundo artificial en los satélites construidos por éste alrededor de la tierra, ya que la vida tal y como la conocemos es imposible en nuestro planeta. Un cuento descabellado. Ahora sabemos que no. La capa de ozono que nos protege de los rayos solares ha disminuido. El recalentamiento global es un hecho. Se hablaba de la próxima glaciación, y de lo que sucedería cuando el eje de los polos fuera cambiando, mientras que el movimiento de las placas tectónicas podrían alterar los continentes de nuestro universo, y sin embargo ahora estamos con una cruda realidad. Los nevados desparecerán en menos de treinta años. Los polos se derretirán, y esa mole de hielo en la medida que se vaya derritiendo acabará con millares de islas,y de especies animales y vegetales, pues el mar aumentara su volumen, y con ello cambiara toda nuestra tierra. Ciudades tendrán que desparecer. El recalentamiento ha cambiado todo. El fuego producido por éste, y el descuido humano ahora consume millares de hectáreas, y el agua dulce con que contábamos, ahora sabemos que se podrá extinguir; mientras pasaron varios años en medio de esas peleas de los países pobres y países ricos por el control del petróleo, adonde los Estados Unidos de manera estratégica cuidaban sus recursos naturales, mientras esquilmaban a la de los países subdesarrollados. Pero el uso desmesurado durante tanto tiempo de los clorofluorocarbonos que fueron prohibidos en éstos fueron abriendo el hueco en la Antártida, y que ahora según los estudiosos es dos veces los Estados Unidos. Todavía lo consumimos en nuestros países. Nuestro planeta azul ha cambiado en nuestra generación. El agua de la que estamos hechos, y que existe en los tres estados de la materia, y que según los científicos le dá esta luminosidad, bien podría compararse el día de mañana a lo que describí en mi cuento. Una tierra inhabitable. Todavía hay tiempo, a pesar que nuestra temperatura aumentará, y los recursos hídricos del agua dulce amenazan con extinguirse si nuestro pulmón de la selva Amazónica desparece. Ya no contaremos con los nevados, y posiblemente nuestro suelos en unos años serán desérticos.
Hackeado
Todavía creemos que el planeta azul seguirá siendo nuestro hogar. Ya que es un planeta viviente. Ojala, para las próximas generaciones.
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