Vigilancias privadas y seguridades ciudadanas 2
Ahora bien, cuando hablo de vigilancias privadas se entiende la manera como civiles han entrado a participar en ese legítimo derecho que le corresponde a los organismos y fuerzas de seguridad del Estado, pero que ha dejado en mano de los particulares para ejercer algunas funciones de vigilancia, tal y como lo hacen actualmente empresas de vigilancia privada en nuestro país, y que según creo es como si fuera un ejército particular en defensa de los comerciantes y de todos aquellos que pueden pagar por sus servicios, y que su función al suplir la labor que debe hacer "El Estado" ahora la hacen con la colaboración de las autoridades gubernamentales.
Algo parecido con lo que ahora se ha convertido en un escándalo por cuenta de la E.P.S. que por cuenta de la ley 100 que privatizó la salud, y el gobierno a cambio cumple esa función con los aportes que les dá a estas entidades, que a la larga terminaron en convertirse en organizaciones privadas con ánimo de lucro, y cualquier ciudadano para ejercer el derecho a que sea atendido por una enfermedad que posiblemente pueda resultar onerosa por lo costosa, tiene que acudir a una tutela para que no le sean vulnerados sus derechos, quedando al vaivén de lo que estos particulares quieran hacer. En fin, la privatización al fin de cuentas hace parte del sistema capitalista que consiguió enriquecerse a costillas de los aportes que los empleados y obreros hacían de sus mesadas por sus salarios y sus pensiones. Un negocio particular, adonde no sabemos en qué ira a terminar.
Así es como estos negocios han florecido mejor que otros, y con la singular publicidad que se hace para que los ciudadanos colaboremos con las autoridades en medio de todo este oscuro comercio de vigilancias, uno anda por estas calles bien vigilado y aparentemente protegido. Y claro que es función de las autoridades protegernos de la delincuencia, pero a veces uno cree que se confunden estos roles, cuando un vecino se atreve a colocar su chismosito (un aparatico que cualquiera puede conseguir facilmente en el mercado) para escuchar las voces de los vecinos, y comenzar a hacer sus trabajos de persecución. Por lo menos parece que este tipo de trabajos son tan comunes, que cuando estuve ido por cuenta de estas vigilancias privadas y todavía lo estoy andando por las calles vendiendo mis productos, uno entiende que en nuestro país existe un imaginario colectivo donde a falta de una verdadera conciencia ciudadadana que entienda que detrás del florecimiento de estas vigilancias se pueden estar haciendo otros verdaderos negocios donde cualquier particular si tiene la fuerza o el poder suficiente como para influir en otros, uno resulta agredido por muchos que viven en las calles; que por Internet otros busquen informaciones que les pueda convenir para sus apetitos económicos, y que así por cuenta de ello los particulares ante la avalancha de la delincuencia pretendan convertirse en ciudadanos que quieren ejercer la ley por su propia mano; y en medio de todo este maremagnun, Ud. ve a los que andan por las calles con sus vicios y sus odios, también a veces resultan haciendo el papel de informantes. ¿Cómo lo pueden conocer a Ud.personajes de calle, y cómo resultan amedrentándolo coordinadamente como si alguna autoridad estuviera detrás de semejante tipo de trabajos?
Así uno termina dudando de este tipo de políticas, pues el autor lo ha vivido en carne propia durante más de cuatro décadas. ¿Alguna vez en su propia casa, Ud. se ha considerado amenazado por sus vecinos, como si fuera un paria o un enemigo social?
Llevo muchos años con ese cuento, y solo hasta ahora que hay Internet y estoy cuerdo puedo contarlo, muy a pesar de lo que mis hackers y vigilantes particulares, quisieran que no lo hiciera. En una ciudad adonde escasamente llevo no más de tres años de volver a vivir en ella, después de haber vivido muchos años en otros sitios.
Patético. ¿No?
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